Aunque la tecnología blockchain tiene más de dos décadas, no fue hasta finales de 2008, y comienzos de 2009, con el lanzamiento de Bitcoin, cuando comenzó a popularizarse, hasta tal punto de que, a día de hoy, la damos más que por hecho en el ecosistema de las criptomonedas.
Podemos afirmar que la tecnología blockchain es, en términos absolutos, la razón de ser de las criptomonedas y todo el universo que las rodea. Es una tecnología en constante movimiento, actualizándose y desarrollándose de forma paulatina a su propio mercado, y que ha permitido un avance, sin igual, de las criptomonedas. Así, gracias a la tecnología blockchain, no solo se garantiza la seguridad de las criptomonedas, sino también su rapidez y su correcto funcionamiento, añadiéndose a todo ello elementos tan importantes como los smart contracts o los tokens. Por ello, a continuación, te explicamos, brevemente, todo acerca de las blockchains.
¿Qué es la Tecnología Blockchain?
Se trata de un sistema de cadena de bloques que funciona como una gran base de datos, o libro de cuentas, en el que los registros, dentro de cada bloque entrelazado, se encuentran cifrados para, con ello, proteger todas las operaciones y datos que se han realizado.
Puesto que su filosofía es la de una base de datos distribuida, en cada blockchain participan multitud de usuarios y nodos, estos últimos se encargan de verificar y validar todas las transacciones, haciendo que se trate de una tecnología segura, transparente y tremendamente rápida.
La mayoría se encuentran orientadas hacia las operaciones financieras con criptomonedas y, gracias a ellas, se genera un sistema descentralizado rápido y seguro, que no depende de terceros.
¿Cómo Funciona la Tecnología Blockchain?
Una blockchain no es más que, como su nombre indica, una cadena de bloques entrelazada, en la que, en cada bloque, se almacena un tipo de información cifrada. En cada bloque se pueden leer y escribir nuevos registros, pero no se puede, bajo ningún concepto, modificar los ya existentes. Para que dicha cadena funcione de forma “autónoma”, es necesario crear un software específico, que se distribuye entre los nodos principales, los cuales redistribuyen, de forma paulatina, al resto de nodos.
Aunque pueda ejercer como base de datos, en la práctica no tiene que ver con una base de datos al uso, ya que se trata de una red distribuida. Esta red distribuida permite que toda la información que existe en la blockchain se encuentre, a su vez, replicada en todos los ordenadores, o nodos, que forman parte de la misma. Esto no solo asegura que los datos se encuentran a salvo, sino que, también, permite su sistema descentralizado.
¿Para Qué Se Usa Blockchains?
Los usos de las blockchains, en la actualidad, son muy variados pero, en términos generales, las blockchains se utilizan, sobre todo, para hacer funcionar una criptomoneda con base en sus propias características. Así, una blockchain al uso se encarga de:
- Almacenar de forma criptográfica la información de cada transacción en sus bloques, que se encuentran entrelazados entre sí. Mediante esta acción, se garantiza el buen funcionamiento de la criptomoneda, su seguridad, su transparencia y su velocidad.
- Desarrollar smart contracts, que es una de las grandes novedades que permite la tecnología blockchain, y que se encuentra en sintonía con la filosofía descentralizada de las criptomonedas. Así, se prescinde de la participación de terceros a la hora de realizar cualquier tipo de contrato inteligente.
- Desarrollar tokens, que se encuadran dentro del ecosistema de cada blockchain en particular, y cuyos usos son tremendamente variados.
Ventajas y Desventajas de Blockchain
La tecnología blockchain es aquella que ha permitido, básicamente, el desarrollo y funcionamiento de las criptomonedas. Resulta evidente que se trata de una tecnología que presenta numerosas y novedosas ventajas que han participado, de forma activa, en la revolución económica que han supuesto las criptomonedas. Sin embargo, y aunque sus ventajas son múltiples, son tres las más importantes de todas ellas:
- Descentralización – Debido a que la propia blockchain, que se conforma como una base de datos distribuida, es la que favorece, entre otros aspectos, que el sistema de las criptomonedas sea completamente descentralizado y no necesite de la intervención de terceros que garanticen, supervisen o sancionen sus operaciones.
- Seguridad – Ya que, este sistema descentralizado, junto a la red distribuida entre los diferentes nodos, y los procesos de validación y verificación de las operaciones, permiten tanto la imposibilidad de hackeo de la blockchain, como la pérdida de información de las operaciones.
- Rapidez – Puesto que se carece de terceros que supervisen o sancionen las operaciones, estas no solo son más económicas, sino que también son muchísimo más ágiles.
Las ventajas de las blockchains han quedado, sobradamente, demostradas desde que Bitcoin se lanzó al mercado a inicios de 2009. Sin embargo, es cierto que es una tecnología que, como muchas, se encuentra en constante desarrollo, y todavía existen determinados aspectos que necesitan ser pulidos o revisados. Algunos de los mismos son:
- Desconfianza – Este es, posiblemente, el principal caballo de batalla de la tecnología blockchain y de las criptomonedas. La desconfianza, entre una parte de los usuarios potenciales, ha sido azuzada, desde el inicio, por parte de autoridades, entidades y medios de comunicación. Aunque, con el paso de los años, tanto las criptomonedas como la tecnología blockchain, intrínseca a las mismas, ha ido ganando confianza, es cierto que todavía queda cierto mantra de desconfianza al respecto.
- Forks – Las forks, o bifurcaciones, muy famosas en Bitcoin, como puedes ver en el artículo ‘Fork Bitcoin’, demuestra que, en determinados casos, la blockchain necesita determinados ajustes. Aunque el funcionamiento de la gran mayoría es óptimo, es cierto que resulta preciso realizar determinados cambios cada cierto tiempo, y esto puede llegar a perjudicar, aunque sea temporalmente, a los usuarios.
- Volatilidad – Siendo esto algo que forma parte de la propia naturaleza de las criptomonedas y, también, de la tecnología blockchain aplicada a las mismas. La capacidad de emisión de criptomonedas es, por lo habitual, limitada, ya que depende del ritmo de verificación, validación y liberación de bloques. Por tanto, en ocasiones, esto puede afectar negativamente a la volatilidad de las criptomonedas, tal y como desarrollamos en el artículo ‘Ventajas y desventajas de las criptomonedas’.
¿Qué Futuro tiene Blockchain?
En el artículo ‘El futuro de las criptomonedas’, pudimos esbozar, grosso modo, qué futuro le podría esperar a las mismas a corto, medio y largo plazo. Estos preceptos son, en la práctica, aplicables por igual a la tecnología blockchain, aunque con determinadas matizaciones.
En primer lugar, es cierto que, en el corto plazo, la tecnología blockchain tiene un futuro prometedor, ya que existe una emoción generalizada, desde usuarios a grandes empresas o instituciones, al respecto de lo que esta puede ofrecer.
En el medio plazo, lo más probable es que la tecnología blockchain se asiente, sea plenamente aceptada y, por tanto, se normalice. En este paso, las blockchains se insertarían en el día a día de los ciudadanos de forma paulatina, siendo adoptadas por agentes externos, al menos de forma natural, a las criptomonedas. Es también el estadio en el que instituciones y entidades podrán poner a prueba estudios realizados años atrás.
A largo plazo, es complicado realizar predicciones. Sin embargo, viendo la dinámica que están siguiendo criptomonedas y tecnología blockchain, es muy probable que su aplicación vaya más allá, dando el salto al denominado e-government, así como a multitud de aplicaciones que permite este tipo de tecnología, haciendo de los smart contracts y los tokens algo común en el mundo del mañana, aunque, también, con una más que previsible regulación.
Tipos de Blockchain
En ocasiones, cuando nos referimos a las blockchains, tendemos a catalogarlas a todas por igual. Las metemos en el mismo saco, en tanto en cuanto hacen uso de este tipo de tecnología. Sin embargo, podemos distinguir tres tipos de blockchains bien diferenciadas entre sí:
- Públicas – Son aquellas que se encuentran accesibles en la red, y que tienen, de forma transparente, sus datos de cara al público, su software de acceso y su código de desarrollo. Esto hace que cualquier usuario pueda proponer mejoras o actualizaciones en la blockchain. Ejemplo de ello son Bitcoin, Ethereum o Monero.
- Privadas – Son aquellas blockchains cuyo acceso se encuentra restringido por una unidad central, que invita, aprueba o deniega qué usuarios forman parte de la misma. Además, los datos no son públicos ni accesibles, al igual que ocurre con el software. Esto encuentra su explicación en que este tipo de blockchains suelen pertenecer a empresas privadas y muchas ni siquiera se dedican al mundo de las criptomonedas.
- Híbridas o mixtas – Se trata de una fusión entre el modelo público y el privado. Así, su acceso es privado, y ha de ser validado por una autoridad central. Sin embargo, sus transacciones, software y código son públicos. O bien, no hacen uso de criptomonedas ni se basan en las mismas, apostando únicamente por la esencia propia de la tecnología blockchain.
Top 7 Blockchain Más Importante
Existe un gran número de blockchains importantes en el mercado, y no todas ellas tienen que ver con las criptomonedas. Sin embargo, y a pesar de que se trata de una tecnología en constante movimiento, que permite su adaptación a multitud de supuestos, y que ya ha iniciado su andadura fuera de las criptomonedas, resulta evidente que existen, por méritos propios, una serie de reyes indiscutibles dentro de las blockchains, y son los 7 que enumeramos a continuación:
- Bitcoin (BTC) – Se trata de la primera blockchain de la historia, al menos tal y como las conocemos hoy en día. Se basa en los protocolos P2P y PoW, y tiene un máximo de 21 millones de criptomonedas que, en la actualidad, siguen liberándose gracias a la actividad de los mineros, encargados de validar y verificar todas las operaciones realizadas en la blockchain. En la actualidad, Bitcoin es la criptomoneda, y blockchain, con más trayectoria, éxito y valor.
- Ethereum (ETH) – Si Bitcoin es la criptomoneda, y blockchain, pionera por excelencia, Ethereum lo es al respecto de los smart contracts. Ethereum surgió, en términos generales, con el objetivo de desarrollar smart contracts más avanzados y complejos, así como un sistema de tokens superior al de la gran mayoría de blockchains. Así, podemos decir que Ethereum es a los smart contracts y tokens, lo que Bitcoin es a las criptomonedas.
- Ripple (XRP) – A pesar de los problemas que haya tenido, Ripple es una de las blockhains más importantes. Se trata de una blockchain pensada, principalmente, para realizar pagos y cobros internacionales de forma rápida, y se centra en grandes empresas o entidades financieras, aunque es una criptomoneda de uso común.
- EOS.IO (EOS) – Se trata de una blockchain con una filosofía similar a Ethereum, aunque su principal objetivo se centra en el desarrollo de apps descentralizadas, más que en los smart contracts.
- Stellar (XLM) – Como ocurre entre EOS y Ethereum, Stellar basa gran parte de su filosofía en Ripple, aunque con la diferencia de que Stellar se encuentra controlada -o centralizada- por parte de una organización sin ánimo de lucro. Su principal objetivo es el de implantar una alternativa de servicios financieros, pero de bajo coste, para que todo el mundo tenga acceso a los mismos.
- Tron (TRX) – Tiene como objetivo convertirse en la blockchain dedicada al entretenimiento digital, pero desde una óptica descentralizada, a través del desarrollo de aplicaciones destinadas a tal fin.
- Binance Chain – Se trata de una blockchain, dentro del ecosistema Binance, cuyo objetivo es el de apoyar a Binance DEX a la hora de realizar operaciones lo más rápidas posibles dentro de un ecosistema completamente descentralizado.
¿Qué es un Smart Contract?
Su traducción literal es la de contratos inteligentes, y son aquellos contratos que, haciendo uso de la tecnología blockchain, ayudan a sus usuarios a formalizar intercambios de dinero, propiedades, acciones, o cualquier otro tipo de bien, de forma completamente transparente y sin la necesidad de que intervengan terceros, que garanticen, validen o refrenden dicho contrato.
Así, los smart contracts se conforman como parte de la esencia de las blockchains y el sistema descentralizado propuesto por Bitcoin en 2008 y 2009. Por tanto, los smart contracts no solo ahorran costes a sus usuarios, que prescinden de terceros como abogados, notarios o entidades financieras, sino que, además, se aseguran del cumplimiento de dicho contrato, ya que este se realiza dentro del ecosistema de la blockchain, con todo lo que ello implica.