Las criptomonedas ya han iniciado la larga marcha hacia su propia regulación. Aunque, en términos generales, la regulación atenta directamente contra la filosofía de las criptomonedas, resulta indudable que es un fenómeno que, tarde o temprano, terminará por llegar, sobre todo debido al tema de la tributación, el rastreo de las divisas o, simplemente, la especulación con las mismas.
Suecia pionero en la Regulación de las Criptomonedas.
Cuando pensamos en criptomonedas, gobiernos e impuestos, prácticamente todo el mundo puede llegar a pensar que no se trata, precisamente, de una relación idílica. Y esto es correcto, al menos en cierto modo. Cuando las criptomonedas arrancaron, la práctica totalidad de los componentes del establishment a nivel mundial se vieron amenazados ante un nuevo sistema que, literalmente, escapaba de su control.
Sin embargo, aunque fueron recibidas fríamente por estos, hubo un país que se destacó, y se sigue destacando, al respecto de las mismas: Suecia. En el frío Mar Báltico, siempre se han destacado por abrir una puerta hacia la tecnología, siendo, sin lugar a dudas, los impulsores de muchas de las políticas que hoy día se disfrutan en Europa y otras partes del mundo.
Esto encuentra su explicación en varios factores: Suecia es uno de los países con la renta per cápita más alta del mundo y, además, es el país con mayor penetración de internet, ya que la práctica totalidad de sus ciudadanos tienen acceso al mismo. Del mismo modo, y al igual que ocurre con Finlandia, el alto desarrollo de la industria tecnológica en Suecia ha permitido que, tanto por parte de la ciudadanía, como por parte de la administración, las criptomonedas y las iniciativas basadas en la tecnología blockchain hayan sido acogidas como en ningún otro lugar del mundo.
De forma temprana, Suecia comenzó a interesarse por el creciente mercado de las criptomonedas, en concreto al respecto del Bitcoin, debido a su condición de criptomoneda pionera. Esto ha hecho que las criptomonedas sean cien por cien legales, y que sean aceptadas tanto por autoridades, como por entidades bancarias y comercios.
Aunque, todavía, no se encuentran insertas en el marco legal sueco, el país escandinavo dio un importante paso en 2014, cuando la Finansinspektionen, la autoridad de supervisión financiera, introdujo a las criptomonedas como forma de servicio financiero, lo cual hizo que las criptomonedas se insertasen, oficiosamente, en el sistema.
Por otro lado, Suecia, de forma inteligente, también ha introducido a las criptomonedas dentro de su sistema tributario, haciendo que las transacciones realizadas con criptomonedas se deban regularizar en la declaración de la renta que los ciudadanos deben cumplimentar una vez al año. Aunque, a priori, es algo que la propia filosofía de las criptomonedas pretende evitar, resulta lógico en el caso sueco, dado que su sistema impositivo es de los más elevados de Europa.
E-Krona ¿Qué Es y Cómo Funciona?
En la práctica, los ciudadanos suecos llevan casi una década sin usar dinero en efectivo. Se trata de uno de los lugares del mundo en los que el uso de las tarjetas de crédito y el dinero electrónico han tenido mayor impacto. Ello explica la rápida penetración y aceptación que las criptomonedas han tenido en el país, hasta el punto que el Banco Central de Suecia (Riksbank) ha lanzado su propia criptomoneda, la e-krona, situándose como la primera criptomoneda que emana de una autoridad central en Europa.
Tras exhaustivos estudios al respecto, el ejecutivo sueco y el Banco Central decidieron que, ante el auge de las criptomonedas y la caída del uso del dinero en efectivo, la e-krona podría configurarse como una forma de regularizar las criptomonedas en Europa, a la par que generar confianza en las mismas. Así, desde 2020 hasta 2022, la e-krona se encuentra en fase de ensayo y, junto a otras criptomonedas como el Bitcoin, ya es aceptada como método de pago en establecimientos suecos.
A este respecto, el del uso comercial de las criptomonedas, Suecia se erige como uno de los países pioneros, no solo en Europa, sino en todo el mundo. Aunque todavía se encuentran lejos de la implantación que tienen hoy en día las tarjetas de crédito, u otros proveedores de servicios de pago, en determinados establecimientos y comercios es posible el pago con criptomonedas.
El ecosistema creado por las autoridades suecas, junto a la aceptación por parte de la ciudadanía, ha permitido, también, que en Suecia se hayan asentado multitud de empresas dedicadas a la minería de criptomonedas. Estas empresas, además, se benefician del bajo coste de la energía en el país escandinavo -gracias al uso de renovables-, así como a las temperaturas medias de la zona, que permiten una mejor y más económica refrigeración de los equipos dedicados en exclusiva al minado de Bitcoin o Ethereum, entre otras.
Suecia avanza, sin prisa pero sin pausa, hacia la práctica implantación de las criptomonedas en todas sus facetas, aunque principalmente como forma de pago y financiación en todo el territorio, meta que prevén alcanzar antes de 2023.
Regulación de Criptomonedas en La Unión Europea
Una de las tantas ventajas de la Unión Europea (UE) es que, con el paso de los años, ha quedado manifiesta su intención de avanzar hacia la transformación digital. A pesar de que la crisis de 2008, la denominada Gran Recesión, retrasó gran parte de esta implantación, el compromiso de la Unión con la Agenda 2030, junto a cierta recuperación económica en la eurozona -a pesar de la pandemia de COVID-19-, han motivado que los expertos europeos, con el Banco Central Europeo (BCE) a la cabeza, hayan desarrollado numerosos estudios acerca del futuro digital próximo hacia el que se encaminan los países de la Unión Europea.
Sin duda, al respecto de las criptomonedas, el ejemplo de Suecia ha jugado un papel fundamental en la inminente regulación que pretende la UE. Pero no solo eso, las criptomonedas han tenido una gran aceptación en todos los países de la Unión Europea, lo que llevó al Banco Central Europeo a plantear la cuestión del euro digital.
Esto ha llevado a la UE a redactar un Proyecto de Ley en el que se establecen las bases para que los países de la eurozona acepten y regulen, de manera uniforme, las criptomonedas. Con ello, no solo se introduce a las criptomonedas en el marco legislativo de la Unión, sino que se fomenta a las mismas, aunque siempre bajo el amparo de la UE, lo que, en cierto modo, limitaría parte de la filosofía de las criptomonedas.
A pesar de que la regulación propuesta por la UE -y por Suecia anteriormente- atenta, en cierto modo, contra la filosofía de las criptomonedas, también es cierto que este tipo de actuaciones -inevitables bajo los estándares actuales-, no solo regulan las criptomonedas, sino que las impulsan, llevándose a cabo una pretendida normalización de las mismas que arranca, de raíz, el estigma al que se han visto sometidas desde su aparición entre 2008 y 2009.
Por ello, puede llegar a resultar lógico que la propia Unión Europea, en su proyecto de regulación, establezca una serie de cortapisas a la actividad habitual de las criptomonedas. En este sentido, establece la protección del usuario como prioridad, lo que limita, de forma considerable, la emisión de ICOs, y de criptomonedas de precio estable.
A través de este borrador, que cada vez está más cerca de convertirse en Ley, las criptomonedas han entrado, de facto, en el marco europeo. La UE ya mostró signos de apertura hacia las mismas, sin embargo, la presión de los lobbies financieros, junto al relativo desamparo legal de los usuarios han ralentizado que dicho borrador haya visto, por fin, la luz.
La Regulación de las Criptomonedas en España: Entre la Lucha Contra el Fraude Fiscal y la Digitalización.
La relación de España con las criptomonedas comenzó tarde, en torno a 2017, cuando las autoridades españolas tomaron en consideración la posibilidad de que las criptomonedas favoreciesen el fraude fiscal. Desde ese momento, el Ministerio de Hacienda, junto a instituciones europeas, comenzaron a realizar importantes investigaciones acerca de la situación de las criptomonedas en los países de la Unión Europea.
De entre estos estudios, conjuntos e individuales, España determinó, en un primer momento, que las criptomonedas suponían un riesgo al respecto de la recaudación de impuestos, favoreciendo el fraude fiscal e incluso la compra de productos ilegales en la DeepWeb. En esta línea, las autoridades españolas establecieron que la descentralización propia de las criptomonedas eran el tema central acerca de la cuestión de las mismas en el país.
A finales de 2020, el debate acerca de las criptomonedas volvió a ser uno de los focos de atención. Si bien las autoridades españolas abogan por la digitalización total de las operaciones, consideran que las criptomonedas pueden presentar tantos riesgos como presenta el dinero en efectivo a la hora de evadir impuestos o realizar actividades ilegales.
Sin embargo, la administración española sigue adelante en el proyecto de regular, de forma definitiva, las criptomonedas, de forma que se evite el fraude fiscal y, a la par, se generen garantías suficientes para los usuarios. Así, la nueva Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, obliga a los usuarios de criptomonedas a informar acerca de las divisas con las que cuentan, así como a tributar en caso de realizar cambios, ya sea entre criptomonedas, como al respecto del dinero fiat.
Aunque la situación de las criptomonedas no parezca, a priori, atractiva en el caso de España, bien es cierto que las medidas tomadas por las autoridades, hasta ahora, se centran casi exclusivamente en el temor al fraude fiscal, y no tanto en la inclusión de las criptomonedas dentro del marco normativo del país, ya que, de forma previsible, esta llegará por parte de las autoridades de la Unión Europea.
Latinoamérica: el Largo Camino hacia la Regulación de las Criptos.
La situación de las criptomonedas en latinoamérica es muy dispar, sobre todo teniendo en cuenta que cada país ha experimentado su propia penetración de criptomonedas, así como sus respectivos marcos normativos. Por ello, y como ocurre en Europa, la situación no es homogénea, aunque sí que existen importantes diferencias en función del país.
Por ejemplo, la administración chilena, con el Banco Central a la cabeza, incluye a las criptomonedas en sus planes a corto plazo, ya que no se las considera monedas, debido a la alta volatilidad de las mismas. Por contra, a pesar de no incluirlas en su marco normativo, el Servicio de Impuestos Internos, establece desde 2018 que las ganancias obtenidas gracias a las criptomonedas están sujetas a tributación, y conforme a los impuestos ordinarios que establece el país. No obstante, como mencionamos, existe un Proyecto de Ley destinado a la regulación de las criptomonedas, así como otro tipo de fenómenos digitales como el crowdfunding. El caso de Colombia es similar al de Chile, ya que no existe tampoco ninguna regulación al respecto, aunque sí la intención de ello, ya que se tienen previstas determinadas pruebas, mediante las cuales, las autoridades colombianas, pretenden abordar dicho asunto. Aunque bien es cierto que la introducción de las mismas en el marco legal colombiano resulta tremendamente complicada, debido al hermetismo de su legislación a este respecto.
Diferente es la situación de las criptomonedas en México, que sí han encontrado una buena acogida por parte de los usuarios, y cuya legislación, desde 2018, contempla, en cierto modo, a las criptomonedas dentro de lo que la administración mexicana entiende como activo virtual. Aunque se trata algo que depende, en exclusiva, del Banco de México, que es el que debe determinar si considera a las criptomonedas un activo virtual o no.
En México, al igual que ocurre en otros países, la principal problemática que se encuentra al respecto de las criptomonedas es el riesgo que las autoridades ven en el posible fraude fiscal o la compra de artículos ilegales con las mismas.
¿regulación de las Criptomonedas en el resto del mundo?
La aceptación, la penetración y los proyectos de regulación de las criptomonedas, en el mundo, avanzan a diferentes velocidades, la mayor parte de las veces en función de la configuración de cada país o territorio.
Con base en ello, encontramos importantísimos contrastes, como la total prohibición de las mismas en países como Egipto, Argelia, Marruecos o Pakistán; marcos normativos tremendamente complejos para la introducción de las criptomonedas, como en los casos de China, Arabia Saudí o Qatar; y países en los que están sujetas a normativas fiscales, siendo los más destacados Israel, Noruega, Rusia o la mayor parte de países de la Unión Europea.
