En general, en el ser humano resulta habitual tener cierto temor a lo desconocido. Es algo lógico, prácticamente un instinto. Los cambios son percibidos por la sociedad de formas completamente diferentes, incluso en los casos en los que se trata de cambios eminentemente positivos.
Esto se debe, en gran parte, a que solemos aclimatarnos a aquello que ya conocemos, sea mejorable o no. El salto adelante, en términos económicos y tecnológicos, es uno de los más habituales, pero también de los que más recelo generan. En esta ecuación se encuadran las criptomonedas y su sistema descentralizado basado en la cadena de bloques o blockchain.
Aunque, a priori, supone un avance sin precedentes, las criptomonedas han generado cierto recelo en algunos usuarios, sobre todo debido a la campaña que administraciones y lobbies, con el respaldo de ciertos medios de comunicación. Así, en este caso, al desconocimiento se le ha unido, hasta hace relativamente poco, una publicidad negativa enfocada a seguir manteniendo el establishment imperante.
Pero no es oro todo lo que reluce, eso es evidente. Las criptomonedas no han estado exentas de polémica y problemas, a pesar de tratarse de un mundo considerablemente seguro en términos casi absolutos. A continuación, vamos a desglosar algunos de los problemas más comunes a los que se enfrentan las criptomonedas en la actualidad, y que todo usuario debe tener en cuenta para comenzar a operar, o seguir operando con las mismas.
Si las Criptomonedas son Seguras, ¿Por qué son comunes las Estafas?
Partamos de la base de que, a priori, podemos caer en una estafa en casi cualquier ámbito. Es algo de lo que, por desgracia, no estamos libres, incluso cuando dominamos una determinada materia o negocio. Es por ello que, a pesar de la seguridad de las criptomonedas, intrínseca a su propia naturaleza, es posible caer en algún tipo de estafa, por lo que conviene estar sumamente atentos a las mismas.
A pesar de que su propio sistema descentralizado y desregulado es una garantía en muchos aspectos, es precisamente este último aspecto el que puede llegar a facilitar ciertas estafas, o al menos la impunidad de los estafadores en las mismas, y la consiguiente desprotección de los afectados.
Las criptomonedas no se encuentran reguladas, a día de hoy, en casi ningún país o territorio. Determinados países se encuentran, en la actualidad, redactando borradores a este respecto pero, en la práctica, todavía es pronto para que, desde las administraciones, se generen determinadas garantías hacia los usuarios de criptomonedas.
La no regulación es, precisamente, lo que ha originado determinadas estafas en el mundo de las criptomonedas. El anonimato que permite la tecnología blockchain hace que determinados ciberdelincuentes se arriesguen a perpetrar, o al menos intentar, este tipo de actos delictivos, llegando en algunos casos a ganar grandes cantidades de dinero con ello. Esto es algo que, además, se ha incrementado desde que, hacia 2017, criptomonedas como el Bitcoin alcanzaron un gran valor de mercado, atrayendo tanto a inversores amateur, como a estafadores profesionales.
Las ICO, la estafa más común.
De entre los modelos más habituales de estafa, dentro de las criptomonedas, es importante destacar las ICO (Initial Coin Offering), mecanismo que, de hecho, ha permitido el lanzamiento de criptomonedas como Ethereum o NEO. Sin embargo, a pesar de su utilidad, entraña sus riesgos.
Las ICO se usan con el objetivo de financiar proyectos a través de la compra de criptomonedas, y lo único que se presenta a los inversores son brochures, más o menos desarrollados, en los que aparecen aspectos financieros, de publicidad y algunos plazos al respecto.
Así, con esto, los inversores prácticamente invierten a ciegas o de forma muy temprana, y se hace uso de los denominados utility tokens, que permitirán a los inversores acceder a la plataforma, servicio o proyecto a futuro. Esto no quiere decir que con las ICO todo sean estafas, de hecho, con un buen estudio y selección de la ICO es una de las estrategias más rentables para invertir.
La forma más común de estafa a este respecto es la siguiente: un usuario, o grupo, presenta un proyecto para lanzar una nueva criptomoneda, atrayendo a determinados inversores que depositan tanto su confianza como su dinero -en este caso, criptomonedas en circulación- en el mismo. Sin embargo, conforme avanza el tiempo, se descubre que, en realidad, no existía proyecto alguno, por lo que los inversores pierden todo el dinero invertido en el supuesto proyecto. Este tipo de estafa es también muy común fuera del mundo de las criptomonedas pero, en esos casos, la justicia puede dar con los estafadores, obligándolos a devolver el dinero o, incluso, metiéndolos en la cárcel.
Si quieres saber como encontrar las mejores ICOs y evitar ser estafado puedes seguirnos en redes sociales y en el grupo privado de Discord para mantenerte informado.
Ponzi, la Estafa Piramidal Clásica aplicada a las Criptomonedas.
El esquema ponzi, o sistema piramidal, es otro de los modelos de estafa más habituales dentro de las criptomonedas. Se trata de la aplicación de la filosofía de la estafa piramidal clásica al contexto de las criptomonedas.
Básicamente opera de la forma tradicional. Bajo algún pretexto, similar al de las estafas piramidales habituales, ya sea conforme a programas de inversión, productos, fidelización o atracción de nuevos usuarios, los operadores pagan a aquellos que se sitúan por debajo de ellos en la pirámide con el dinero de los nuevos usuarios, lo que hace insostenible el sistema a corto-medio plazo.
El problema de la estafa piramidal en el mundo de las criptomonedas es el mismo que en el caso de las ICO, y es la ausencia de regulación y control de las administraciones sobre las criptomonedas, lo que hace que sea imposible descubrir -debido al anonimato- y procesar a los estafadores.
Los Hackers tratan de vulnerar la Seguridad de las Criptomonedas constantemente.
En la práctica, cuando hacemos uso de internet -es decir, casi todo el tiempo-, siempre estamos expuestos, de una forma u otra, a ataques que pueden vulnerar nuestros datos, incluyendo, en muchos casos, el acceso a las cuentas bancarias.
Con las criptomonedas, a pesar de su seguridad, también podemos estar expuestos ante los hackers, aunque a través de otros métodos menos ortodoxos. Por ejemplo, como recoge la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, se han reportado casos en los que los hackers han pirateado cuentas de redes sociales de personas, o empresas, relacionadas con las criptomonedas, pidiendo a sus seguidores que invirtiesen en tal o cual proyecto, bajo el que se escondía o una estafa piramidal, o ningún proyecto en concreto.
Del mismo modo, un clásico es el de la cadena de correos electrónicos haciéndose pasar por alguna institución o personaje, en los que se pide que envíen dinero para recibir un pago futuro -a veces, un “premio”-, o directamente pasando a la extorsión, asegurando que, si no envían una determinada cantidad de criptomonedas, piratearán sus equipos y cuentas.
Similares son los casos de las aplicaciones móviles fraudulentas, sobre todo aquellas que hemos de descargarnos fuera de tiendas oficiales como Play Store para Android, o Apple Store en el caso de iPhone, iPad y Macs.
Se trata de técnicas habituales, que se dan fuera de las propias criptomonedas, pero que, en estos casos, debido al anonimato, resultan tremendamente complicadas de rastrear. Amén de la impunidad que tienen estos hackers de cara a la administración.
Otra forma de estafa es la del criptopirateo, aunque es completamente diferente a las anteriores. En estos casos, tras el acceso erróneo a un sitio web, podemos vulnerar la seguridad de nuestro equipo o smartphone, ocasión que determinados hackers aprovechan para convertirlo en una pieza más de la “granja de criptomonedas” que tienen montada, haciendo uso de nuestro ordenador o móvil para minar criptomonedas de forma automática. Aunque, directamente, no nos costaría dinero, estarían usando tanto nuestros equipos como nuestras conexiones para el minado, por lo que notaríamos un importante descenso del rendimiento, así como, muy probablemente, un rápido agotamiento de la batería, en el caso de smartphones, tablets u ordenadores portátiles.
Seguridad de las Criptomonedas ¿Cómo protegernos ante estafas y hackers?
El universo de las criptomonedas es, en términos generales, sumamente seguro, más incluso que el ordinario. Sin embargo, como hemos visto, no está libre estafas y determinados problemas de seguridad.
Al igual que ocurre con las estafas ordinarias, en el caso de las criptomonedas, lo importante es actuar con cierta lógica, y también con precaución. De acuerdo con ello, el sentido común y verificar todo aquello que nos resulte extraño bastará en el 90% de los casos.
A este respecto, la autoridad financiera de Reino Unido (Financial Conduct Authority, FCA), lanzó a comienzos de 2021 una advertencia acerca de estos riesgos, instando a los ciudadanos británicos a que siempre verifiquen con quién realizan las operaciones, así como otros aspectos relacionados con cargos y tarifas extraordinarias, complejidad de la operación, o la famosa volatilidad de determinadas criptomonedas.
En conclusión, ¿son Seguras las Criptomonedas?
Muchas de las estafas y de los hackeos relacionados con las criptomonedas son heredados de los ordinarios, que ocurren día tras día, tanto en internet como fuera de internet. Por ello, en el mundo de las criptomonedas, debemos:
- Desconfiar de todo aquello que nos garantice ganar, o duplicar, dinero de forma muy rápida y sencilla.
- Desconfiar de páginas webs, plataformas, comunidades y usuarios que nos prometan criptomonedas, o fracciones, de forma completamente gratuita.
- Dudar de proyectos o criptomonedas cuyas bases no sean del todo claras. En caso de duda, lo más sencillo es buscar referencias y/o contactar con un profesional de las criptomonedas. Especial precaución con las ICO y los sistemas piramidales.
- Desconfiar y no responder a las cadenas de correos electrónicos, muy especialmente hacia aquellas que nos piden datos personales o pagos bajo amenazas.
- No hacer clic en ningún enlace o entrar en ninguna página web sin saber bien hacia donde nos dirige.
- Hacer uso de cold wallets, ya que al no encontrarse en línea con la red de blockchain resulta casi imposible que sean hackeadas o fruto de estafas a través de webs o aplicaciones maliciosas.
Si tienes dudas de algún proyecto o no sabes si se trata de una estafa, puedes consultarnos por el grupo de Discord donde personalmente verificamos si la web, plataforma o ICO es segura.
